La mala costumbre de publicar sin consentimiento

Difundir en Internet imágenes íntimas de otras personas sin su consentimiento, supone un delito grave.

Esta semana hablamos de algo que, por desgracia, ocurre más a menudo de lo que parece, aunque muchas veces se silencie. Lo hacemos a raíz de un caso reciente en Cantabria: un hombre ha sido detenido por difundir en internet imágenes íntimas de nueve mujeres, entre ellas amigas y compañeras de trabajo, sin su consentimiento.

Este tipo de situaciones, más allá del daño personal y emocional que provocan, suponen un delito grave. Y no hablamos de algo puntual o anecdótico: este tipo de violencia digital está cada vez más presente en nuestra sociedad, especialmente en espacios donde lo íntimo y lo público se entrecruzan sin filtros.


¿QUÉ HA OCURRIDO?

La Guardia Civil detuvo en Santander a un varón de 31 años acusado de compartir, en al menos cinco páginas web para adultos, fotografías íntimas de mujeres con las que había mantenido algún tipo de relación personal o profesional. Lo más grave es que, además de publicar las imágenes, incluyó datos personales de las víctimas, como su nombre, apellidos, edad e incluso lugares de trabajo o estudio.

Las mujeres afectadas no sabían que sus fotos estaban circulando hasta que alguien se lo hizo saber. Algunas de esas imágenes habían sido tomadas en contextos privados o de pareja, y otras incluso en entornos laborales.


¿POR QUÉ ES TAN GRAVE?

Porque este tipo de actos no solo vulneran el derecho a la intimidad, sino que pueden tener un impacto devastador:

  • 💔 Traición de confianza: muchas veces las imágenes se compartieron en el marco de una relación privada.
  • 😰 Angustia emocional: al saber que otras personas pueden estar viendo esas imágenes sin permiso.
  • 💬 Acoso y estigmatización: algunas víctimas han sido contactadas por desconocidos, otras han sufrido rumores en sus entornos.
  • ⚖️ Consecuencias legales: difundir imágenes íntimas sin consentimiento está tipificado como delito en el Código Penal.

PUBLICAR NO ES COMPARTIR: ES DELITO

En España, difundir imágenes íntimas sin consentimiento está penado con hasta un año de prisión o multa de hasta 12 meses, pero si se hace con ánimo de dañar, como fue este caso, la pena puede llegar a tres años de prisión.

Además, si la difusión se hace de forma masiva o incluye datos personales que agravan el daño, el castigo puede ser aún mayor. La legislación lo deja claro: no es necesario haber grabado la imagen para cometer el delito, basta con difundirla.


IMPACTO EN LAS VÍCTIMAS

Las consecuencias no son solo jurídicas: son personales y emocionales. Muchas de las víctimas del caso de Cantabria han tenido que enfrentarse a:

  • La pérdida de reputación personal y profesional.
  • Miedo a salir o a ser reconocidas por alguien que haya visto las imágenes.
  • Culpabilidad, vergüenza o ansiedad, pese a ser ellas las víctimas.

Porque cuando lo íntimo se vuelve público sin permiso, la vergüenza cambia de bando, pero el daño se queda dentro.


¿CÓMO PODEMOS PREVENIRLO?

La clave está en la educación digital y el respeto por la intimidad del otro. Algunas claves:

  • ✅ No compartir imágenes privadas, ni aunque haya confianza. Si lo haces, asegúrate de que haya consentimiento.
  • ✅ Si recibes una imagen íntima de alguien sin su permiso, no la compartas. Estás contribuyendo al delito.
  • ✅ Habla con tu entorno sobre estos temas. A veces, lo que parece una “broma” o una “venganza” puede tener consecuencias devastadoras.
  • ✅ Denuncia. Si crees que tus imágenes se han difundido, guarda pruebas y acude a las autoridades.

REFLEXIÓN FINAL

Este caso en Cantabria nos recuerda algo muy importante: la intimidad no se negocia, se respeta. Publicar o reenviar imágenes íntimas sin permiso no es una travesura, ni una forma de desahogo, ni una venganza.
Es un delito.

Y desde Cibercantabria, trabajamos cada día para que estos límites se conozcan, se entiendan y, sobre todo, se respeten.


Escúchanos en nuestra sección en COPE Cantabria

Extracto del programa Mediodía COPE en Cantabria. Puedes escuchar el programa completo aquí.

José Carlos Gallego
José Carlos Gallego